Las palabras hieren como piedras, o acarician como flores en la cara. Cuando nos insultan, nos dañan, y a las plantas también. Ducha de halagos, expresar lo que sentimos, eso y mucho más son capaces de enseñar nuestros chavales. Cebras, somos cebras, niños buenos que hacen cosas malas, y no niños malos que hacen cosas buenas.
Gracias por recibirnos.
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