viernes, 14 de junio de 2019

I JORNADA DE CONVIVENCIA EN COLMENAR VIEJO

nos han invitado a participar en la
I Jornada de Convivencia. 
Gracias a Pedro, Laura y María, entre todas las demás personas que forman este estupendo equipo.


Recordamos algunos de los momentos vividos durante estos últimos años donde el Aprendizaje y Servicio ha sido el vehículo principal para la mejora de la convivencia en nuestro centro.
Gracias a Eugenio, nuestro Agente Tutor, a Manín, el guarda rural, y a todos los colegios que nos han permitido crear redes de convivencia y demostrado una sensibilidad especial.



Panel que resume nuestros proyectos
Excepcional intervención de José Antonio Luengo


NUESTRA INTERVENCIÓN, RESUMEN LO QUE PARA NOSOTROS ES LA CONVIVENCIA EN EL A.C.E. DE COLMENAR VIEJO

Buenos días a todas y todos,
Soy maestra de pedagogía terapéutica y en esta ocasión hablo como portavoz de todos mis compañeros con los que trabajo en el ACE de Colmenar Viejo. Para nosotros, la convivencia es un conjunto de momentos, de vivencias, de situaciones que van más allá de las aulas y que hemos tratado siempre de tener como eje en nuestro trabajo. Todos esos momentos si se viven con plena consciencia, se hacen importantes y se convierten en una gran herramienta educativa. Las imágenes, las palabras, las emociones que acompañan a estos momentos, son vitales para educar de manera memorable, que no memorística a nuestros muchachos. Esta convivencia se escribe a veces con renglones torcidos, con borrones, e incluso con párrafos que nos gustaría olvidar, pero hasta en esas ocasiones encontramos valor educativo en ellos.
A menudo nuestros chicos no saben escribir bien, garabatean su rabia y su rencor, se saben diferentes, distintos, y prefieren que si no les van a respetar entonces que les teman. Tenemos que buscar nuevas páginas, nuevos dictados donde se vuelvan a creer capaces de hacerlo bien, de sentirse válidos y valiosos.
Servir para servir, tres palabras que significan mucho para nosotras en el ACE. Convivir es vivir con, con nuestro entorno, con nuestros amigos, con nuestras familias, y por supuesto con nosotros mismos. Nadie puede ser más valioso en nuestra vida que nosotros mismos. Sentir que formamos parte de un grupo, que tenemos un hueco, que además de las notas que obtenían en el colegio y en el instituto, reciben cariño y admiración por ser ejemplo para los niños pequeños, para las maestras que nos reciben, para las personas con las que coincidimos en las más de 50 salidas al  año que hacemos.
A socializarse se enseña sobre todo en la calle, en la vida, equivocándonos, y encontrando personas ahí afuera con la sensibilidad adecuada para tejer redes de salvación social. Nuestros muchachos no están bien, no están bien con ellos mismos y con su circunstancia, y en muchas ocasiones no se le puede poner nombre a lo que les pasa. Vivir con ellos, partir con ellos, compartir, es la base para que tengan un motivo por el que luchar, por el que seguir adelante. Cinco proyectos presentamos, pero podrían ser muchos más, donde la convivencia es el idioma con el que tratamos de comunicarnos. Ayudarse a sí mismos ayudando, cuidarse cuidando, quererse queriendo.
Esto puede sonar a utópico, pero si nos preguntamos para qué sirve la utopía, podemos contestarnos lo que respondió Fernando Birri: “La utopía es como ese horizonte que está frente a nosotros y que cuando damos diez pasos para alcanzarlo, se aleja diez pasos de nosotros, pero que del mismo modo que se aleja, nos permite caminar. La utopía sirve para caminar”
Muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario